ARTEBA – la cultura como estructura y como sí­ntoma.

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Uno de los problemas comunes en los análisis que se realizan de los sucesos culturales es la confusión entre asuntos estructurales y asuntos sintomáticos. Algo así como confundir el árbol con el bosque.

Entonces, ¿por que su relativo éxito y su masividad? Debido a que estos análisis sintomáticos son eficientes en sistemas de comunicación de baja densidad y/o de discursividad débil, es decir, permiten la distribución de contenidos de sentido común entre individuos poco informados, sin capacidad diagramática de la información que reciben o sin escepticismo analítico. Por otra parte actúan simultáneamente como puntos de resistencia frente a la producción de conocimiento, la complejización del imaginario social que acarrea esta producción y la estructuración de discursos éticos, políticos y estéticos.

Los análisis sintomáticos son la reproducción de un conocimiento agotado argumentalmente y la contraparte de la producción cultural. La ficción racionalista/positivista postula entonces que este tipo de producción debe ser erradicada, pero es esta figura de reproducción y corte donde eso reside su valor: generan identidad y evalúan la diferencia.

Es relevante entender entonces como funcionan los análisis sintomáticos. Decir por ejemplo que construyen hipótesis por acumulación de casos no contrastados (entre ellos).

Uno de los mecanismos utilizados es el de crear falsas oposiciones. Como la oposición mercado-museos, la oposición deseo-negocio. Intuición-estrategia. Ejemplos en la historia del arte contemporáneo hay de sobra para demostrar que estos temas ya han sido controlados y hay saber suficiente como para poder pasar a un análisis mas complejo.

Un ejemplo de esto es la recurrente oposición entre Feria de Arte y Bienal de Arte. A mi parecer ambas son industrias culturales complementarias dedicadas a la inscripción, plusvalía y distribución de objetos de arte que cuentan con estructuras paralelas para cada una de estas funciones pero con vasos comunicantes. Acá economía transaccional y economía simbólica actúan en coordinación disputada: ambas son nodos de negociación.

El sistema del arte es un sistema complejo, integrado, interdependiente y acéfalo conformado por unidades cuyos objetivos pueden parecer contrapuestos. Para evitar confusiones diremos que el sistema del arte no es una estructura prevista sino mas bien un organismo que adapta y sincroniza las diferentes velocidades de desarrollo (o decadencia) de sus partes.

Sobre cómo estas falsas oposiciones permiten la revisión de las estrategias económicas del discurso hablaremos en estos reportes de ARTEBA 08 a fin de intentar dilucidar la estructura.

Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Buenos Aires, Mayo de 2008.

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