Me surge la necesidad de rastrear elementos que me remitan a la Argentina, contradiciendo mi sensacion del primer dia.
Y han aparecido imágenes: La huelga. El paro docente. Este sistema de protesta, de reclamo utilizado, creo yo, como último recurso para ser escuchados y para que se revean ciertas situaciones de las cuales un grupo está en desacuerdo. Una huelga, un cese de actividades, es efectuado por personas que se encuentran “activas” dentro del sistema laboral, sin embargo los denominados “inactivos” (un concepto un tanto despectivo para denominar a aquellas personas que ya dieron muchos años de su vida al desarrollo de una actividad rentada y ahora se dedican a “disfrutar” su vida, si su estado corporal, físico, familiar, social, se lo permiten) también gozan de su derecho a huelga y en Argentina lo utilizan para reclamar un 82% móvil.
Lo que pretendo rescatar de esta forma de reclamo es el diálogo, devenido en un acuerdo entre las partes para que se llegue a una solución. La instancia de diálogo, ausente en muchos casos, es el eslabón más productivo, es una instancia procesual enriquecida por las posturas de los diferentes actores, las coincidencias y las contradiciones. Personalmente espero que algún día se lleguen a acuerdos que beneficien a las minorías, tratando de no ser indiferentes a esos sectores que no por tener menos voces son menos importantes…