Domingo. Día libre (aunque todos lo son siempre; aunque haya que recordarlo).
Primera siesta desde hace varios días. Quesobaditas y fideos calientes.
Un correo que nunca voy a enviar pero que releo en la carpeta “Borradores”. Un día en el que te me apareciste.
Es imposible mirar el mar y al acostarse no soñar con movimientos.
Sanar.