Después de un chapuzón en el rÃo llegamos a Estación Villa Alegre, nos presentarnos con la junta vecinal, y salimos a dar un paseo por el sector que fue afectado por el terremoto.
Personalmente me afectó, y creo que al resto de los residentes igual.
En ese momento surge la pregunta sobre el rol del arte contemporáneo en un contexto donde lo urgente son otras situaciones.
Me respondo a mà mismo: Si el arte puede cambiar el mundo o no ya no es un tema relevante. El mundo en el cual vivimos está cambiando dramáticamente de todos modos y se transforma de maneras que nos es para nosotros muy difÃcil de comprender, lo imprevisible de la vida, lo natural, y lo social.
Siento que el habitar el lugar y lograr conectar de una manera sensible nuestra acción con el espacio desembocará en una producción artÃstica más honesta y sin pretensiones.
Me propongo a mà mismo deambular el paisaje como forma de arte – acción de transformación simbólica del territorio.