Después de haber permanecido una semana en la ciudad de Santiago, hoy me dirigà al campamento. Partà del terminal de buses la Alameda hacia el pueblo de Villa Alegre, en el trayecto pude comprobar los diferentes rostros que me ofrecÃa Chile en cuanto a su relación ciudad/campo. Como la altivez y soberbia de las construcciones capitalinas se van reduciendo a casas más humanizadas, sencillas, tranquilas.
Ya el paradero 21 no es un dato extraño en mi libreta, ni una incógnita de miles de kilómetros, ahora es una realidad tangible.