El segundo dÃa de haber llegado a Villa Alegre es que comienzo a tomar noción de mi ubicación espacial sobre este territorio virgen e incógnito del campo chileno para mÃ.
La noción de asimilar el tiempo de estadÃa en un mismo lugar, etc. Ese fue el dÃa de la presentación de los portafolios de todos mis compañeros de residencia. Reunidos todos, cual constructores de una babel americana, logramos (a diferencia de los primeros) en un solo dÃa, la unidad artÃstica como experiencia de grupo, construida a partir de quince visiones plurales sobre el arte contemporáneo.
Fue un dÃa necesariamente agotador…