Entre los mil y un estímulos, apareció de pronto, entre medio de unos cuantos libros de medicina y literatura, la imagen de la costa rocosa del Uruguay, representada por Pedro Blanes Viale (1879 – 1926) y, desconcertado por la expresión material, sucumbí guardando silencio.
Ensimismado pensando en (1853 – 1933), volví al grupo, seguí bailando, pero no me lo pude quitar de la cabeza.