Playa, brisa y mar es lo más bello de la tierra mía.
No sé de dónde surge la canción que reza ese fragmento, pero es lo primero que llegó al escribir. Tenía tantos deseos de playa que anoche mientras contemplaba las estrellas preferí el frio y el sonido de las olas que la comodidad inmediata de la cama, aun así la visibilidad no era suficiente, pero el día llegó y pude ver la playa en la tarde después de hablar de las gestiones autónomas entre cada bloque de países.
El agua estaba fría no tibia, Erandi y yo lo teníamos claro, Sebastián no. La arena, las conchas, las olas, ver y sentir el mar después de varios años sin tenerlo cerca fue una gran experiencia.
Después de todo siempre me han gustado los trozos de arena que se desvanecen.
Mayo 17, 2013 – La Pedrera, Uruguay / Andrés Suárez Rivera.