26 de julio 2011
Ayer intente crear um altar, juntando un objeto de cada pessoa, 17 objetos perssoaes, reunidos en o patio em comunión, los miré um longo rato tratando de establecer algúm tipo de diálogo, azarosamente, contemplando o agrupamento , movilizándolos. El objeto inerte, cargado de significação intentando dar una explicação subjetiva. Asi como em estos días de a residencia intente dar una explicação de lo que sucede em o interior de a casa que estamos habitando y convivendo, intento olhar que pasa com os objetos pessoaes, meramente objetos reunidos em una mesa.
Logo de este episodio tomo o reloj de Rodrigo y accidentalmente se me cae al piso y quiebra seu vidro. Ese quiebre importante es o que en mi se produjo com esta convivenca, asi como se rompieron copos, termos, microonda, televisor, o ventilador hizo chispas, y demás situaçoes extrañas y de quebre, en mi ha acontecido de igual manera. Intentar construir um altar não me dio resposta, pero si meu dio respuestas o azaroso y espontáneo , la improvisaçao en a rutina de estos días de residencia. Al final de a noche de ontem luego del repertorio extenso de música y sonidos que realiçamos con a banda Los Apoltronados pasando a estados mántricos, lisérgicos, caóticos y catárticos… Observo o patio ,seus mesas, veo luzes y garrafas diseminadas por tudos lados, agrupadas entre si y separadas. Um altar misterioso se había construido sim meditaçao previa, um deseo gestándose. Um conjuro eterno esta nacendo.
Julia Dron 26 de julio 2011. Boiçucanga, Sao Paulo. Brasil.