Sorpresas, la hermosura del campo chileno acompaña la determinación de su gente. El
aprendizaje continúa esta vez con la comunidad de Coibungo. Impresionada, otra vez, por su capacidad de organización y el trabajo sostenido que han llevado a cabo. La sorpresa viene en cuánto al nivel de reflexión sobre la memoria y su necesidad de contención y archivo en busca de revertir un proceso de cuasi extinción al que las necesidades modernas los han expuesto.
Una llama encendida que pelea al viento por no olvidar y apagar su calor, mi conclusión sobre Coibungo.