WYSINWYG :: confundir lugares y formas es un asunto del deseo

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Lo que ocurre en el cruce de Todo Hecho (titulo anual de la curatoría de Balmaceda 1215) y Técnico Manual (título de la exposición colectiva) está dicho en la complicada sigla con que Ximena Musalem titula su obra: What you see is not what you got. Lo que ves no es lo que obtienes. Esta derivación viene de WYSIWYG, que es la condición desgarantizada de la venta lleveselo como está (cuya letra chica es sin reclamos ni devoluciones).

Las maquetas realizadas en cartón fueron bajadas de un sitio de apoyo educacional de la marca de impresoras Canon. La Marca se prestigia al proporcionar actividades que requieren habilidades manuales y que proporcionan entretención (la palabra FUN es mencionada tantas veces como mysterious). La idea es que cualquiera, con una economía de medios, puede realizarlas, puede convertirlas en su Hobby.

Ximena selecciona únicamente las maquetas relacionadas a construcciones arquitectónicas “con grandes valores culturales” para exagerar el sentido de la frase, incluida en la descripción de la sección, que dice The paper crafts can surely make you feel like visiting all places in the world (estas manualidades pueden hacerle sentir como visitando todos los lugares en el mundo). Acá es donde comienza el sentido y la pretensión de esta obra.

Por un lado hay un énfasis en el formalismo, las maquetas son trazados en un papel, minimamente detallados, que han sido aun más obligados al igualarlos en un color plano plateado (independiente de los materiales con que sus referentes han construidos). Son reconocibles por sus contornos, por sus bordes desprovistos de estructura.

Por otra parte la noción destacada de sentirse como visitando que se le asigna a estos objetos trae, necesariamente, la noción del Turista. Este fue el punto central de la conversación que tuvimos antes del montaje, ¿A dónde va el turista cuando decide iniciar un viaje? Hacia una construcción mental que tiene de un lugar que no conoce, a un lugar que ha armado con retazos de las memorias de otros, el turista viaja al lugar que imagina.

Pero su imaginación no tiene aún constatación hasta que contrasta la adjetivación que ha privilegiado (con los adjetivos y puntos de vista de otros) con el lugar al que llega: hay personas que vuelven desilusionados por el tamaño de la Mona Lisa (La Gioconda), una obra importante no puede ser pequeña. No puede ser sutil.

Podemos decir que el Turista transita por las imágenes que ha construido en su mente, llegar a la ciudad deseada frente a la marca deseada (obra o arquitectura) es intentar únicamente una reafirmación de lo previsto. Los souvenirs, los recuerditos, esas pequeñas maquetas son sólo constatación de una capacidad económica de traslado y del acuerdo cultural generalizado en designarlos sitios de interés. El City Tour y el Sightseeing se concentran en dejarte parado en el lugar exacto donde reproducirás la toma que realizó el fotógrafo de tu guía turística, los traslados de un punto a otro son solo pérdida de tiempo.

Fotografías y objetitos recolectados durante el viaje conforman el pequeño museo familiar que puede ser exhibido como representación de un paseo por la cultura universal, actúan como extensión del prestigio de las estructuras originales. Esta fetichización puede llegar a extremos como, por ejemplo, comprar recuerdos de lugares donde efectivamente no has estado. Comprar una pequeña Torre Eiffel en París es otra cosa que comprarla en un mercado de baratijas. Requiere una suplantación y una renuncia: es reconocer la imposibilidad del viaje que nos convierte en el deseoso frustrado.

Esos hombres envueltos en trajes de las series japonesas como Ultraseven, Ultraman o Godzilla destruyen maquetas pretendiendo destruir ciudades reales, el experimento 626 (cariñosamente bautizado Stitch) en la película de Disney Lilo y Stitch suple su frustración de ser un gran monstruo destruyendo una maqueta de San Francisco que hizo con los objetos encontrados en el dormitorio. La impotencia destruye las representaciones de los objetos al no poder ejercer sus deseos sobre ellos.

Las maquetas de Musalem están puestas en el suelo precisamente por esto, para demostrar la desproporción entre lo que son y el objeto que representan. Pero están separadas de su entorno mediante un cuadrado plástico de color anaranjado: ellas no son parte del lugar, son lugares extraídos. Insisto, son lugares extraídos puestos a merced de que un espectador descuidado los destruya debido a su condición constituyente: la fragilidad de la representación de lo que deseamos.

Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Santiago de Chile, Mayo de 2007

NOTA: en el catálogo de la Selección de la 25 Bienal de Sao Paulo que se trajo al Museo de Arte Contemporáneo de Chile (MAC) titulada Iconografías Metropolitanas se incluyó el texto La Ciudad en la era de la reproductibilidad turística de Boris Groys cuya lectura complementa lo señalado en este artículo.

One response

  1. anotese nota en catalogo de Marcela Moraga, cuando describo la escena donde el chavo del ocho da cuenta del tamaño del mar… entre sus manos… a lo que los otros ríen, pero después sed an cuenta que el chavo sólo ha visto el mar por television…

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