La visita al proyecto Fábrica de imágenes y al Centro Cultural Clavijero nos permite visualizar 2 distintos modos de construcción de la gestión cultural. Fábrica de Imágenes se configura como un esfuerzo independiente que apuesta por la pasión a la fotografía, resistiendo las distintas inclemencias que esto significa y luchando por construir su propia imagen y colaborando con la visualización de su contexto. A partir de la generación visual permite definir su modo de aparecer en el mundo, posibilitando el surgimiento heterogéneo de miradas y como el acto de ver el mundo puede llegar a ser una afición, pasión, modo de trabajo, adicción o practica de denuncia. Por otro lado, el centro cultural clavijero (espacio que ha sufrido distintas transformaciones de uso a lo largo del tiempo) funciona como espacio cultural en distintos frentes y con estrategias institucionales e independientes que permiten compartir producciones culturales en su amplio espectro, pero con una postura definida de no permitir intentos de imposición de uso del espacio que responden a intereses ajenos a la misión y visión del Centro Cultural. Construcción de nuestra imagen a partir de la claridad de articulaciones y desarticulaciones que visualizamos.