Esta ciudad tiene una Fábrica de Imágenes. Un espacio de guiño con la producción moderna y la factoría de emisión postmoderna.
Existen otras “fábricas” de imágenes. La melange perfectamente condicionada y dirigida de consumo de las estrategias supranacionales de iconos, emblemas, marcas hace su apoteosis en un Festival.
Como perros hambrientos, olfateamos sin distinguir en el espacio urbano dónde se producen los nuevos imaginarios visuales.
No se percibe aún la potencia de discursos contra hegemónicos, (acaso perdure el culto al ojo único –amo, artista, privilegiado?) aunque las búsquedas de un neo-humanismo (como registro del otro en su diferencia constitutiva, otros otros en riesgo de disolución…?) lleven a algunos, de tanto gatillar el obturador, a gatillar en la domesticación de la retina y el fetichismo de la técnica.
Producciones privadas sin difusión pública, sin infraestructuras abiertas que permitan despertar diálogos sobre lo invisible, sobre las narrativas de los invisibles, la más poderosa evidencia que nos hereda la técnica de espiar por una ventana electrónica enmarcada aún por hábitos del pasado monoenfoque de una cámara.
¿Es suficiente la voluntad de mirada para constituir una visión nueva o unas visiones plurales en donde acaso la ciudad y sus perros no se sientan amenazados en su control de la narrativa visual que ofrece como cartelera única?
Un Festival de la imagen declara la apoteosis de la butaca en fila, producción-reproducción aseguradas, una cinematografía que no se ve en ronda de fuegos, acapara todos nuestros silencios, de qué hablamos luego de consumir sus magnánimos relatos? (acaso la experimentación de las formas fantasmáticas sean la mejor búsqueda de la elusión contemporánea, no el hallazgo de un goce transitorio de autor.
Producción colectiva de imaginarios sin registro en la anti fábrica aún no creada.
La fotografía como mediación del malestar contemporáneo de Morelia parece no haber salido de fábrica alguna todavía.
Rubén Romani.
Ref. Captura de presentación de portfolio de Anna Soler, sobre-toma de RDR
