Tomamos un tren hasta Constitución que partió desde Talca, el trayecto está rodeado de una increÃble vista de montañas y rÃo, es hermoso, aparte que es un tren que va lentÃsimo y me causó gracia porque parece de paseo turÃstico, pero que en realidad es un medio de transporte diario. allà mis compañeras Julia, Ana y Guadalupe cantaron DE TODO y en TODO el trayecto. al final a los demás pasajeros no les quedó otra que ponerse a cantar también! en verdad les digo que no ha pasado un solo dÃa desde que comenzó la residencia que no la hallamos pasado super bien todos juntos, esta residencia ha sido increÃble para mÃ.
Cuando llegué a Constitución me gustó muchÃsimo su paisaje, es una pequeña ciudad rodeada de colinas con abundante vegetación y como fondo tiene el mar que se une con un amplio rÃo, a pesar de haber sufrido los estragos del terremoto y maremoto, le sentà una buena energÃa a esa ciudad y sus habitantes me transmitieron un espÃritu de optimismo y buen ánimo, de verdad les admiro esa actitud de no ceder ante las adversidades. para mà fue impactante conocer en persona un lugar al cual lo haya afectado un maremoto, me parece irreal visualizar un fenómeno de esa magnitud. la playa se me dibujó como un escenario siniestramente emocionante, ya sea por el tiempo nublado, el frÃo, lo intimidante que es el PacÃfico y la gran cantidad de animales muertos esparcidos por toda la orilla, entre ellos, pelÃcanos, peces y hasta un león marino. Las algas de ese lugar son increÃbles, parecen de otro planeta. después almorzamos en un restorán con vista al mar, yo comà una paila marina. De regreso a nuestro refugio solariego pude darme el gusto de probar una auténtica empanada chilena en comparación de las que he comido en mi paÃs.