¿Cómo se precariza la profesión?
Transversalidad y malos modales
El día de hoy recordé alguna ocasión en que Bancomer no me dejaba sacar dinero… una situación muy extraña, ya que la cuenta a mi nombre no funcionaba para retirar MI sueldo, pero sí para que la empresa para la cual trabajaba hiciera depósitos en dicha institución.
Después de dos horas de pelear ir y regresar del cajero electrónico, demandar atención en ventanillas y un poco de voz con decibeles más altos de lo políticamente permitido al gerente en turno, resultó que faltaba una firma en un documento… en fin, una terrible experiencia de la cual me acuerdo y todavía me dan ganas de azotar al abstracto aparato del cual somos sujetos en manos de algunos autómatas que siguen protocolos y manuales de uso.
En fin, la cuestión es que hoy, después de un par de visitas a centros académicos, se hablaron de nuevas y atractivas iniciativas que nos ofrece actualmente la ciudad de Morelia. El primero, un lugar multimodal que entre las variadas actividades aparece como una opción de exposición y venta para obra plástica, en el que incluso dentro de sus objetivos es apoyar al talento local, joven y universitario recién egresado de la universidad, ¡qué bueno!
En este caso se pensó en muchas características que forman parte de las demandas que implica el funcionamiento de una galería, incluso que al ofrecer la plataforma de venta, se tendría que cobrar un porcentaje por dicha actividad, trabajar de manera profesional… Profesional para el lugar obviamente, porque hablando más a fondo del tema, de la necesidad de mejorar los mecanismos de distribución de obra, había algo que ni les había pasado por la cabeza: pagar al productor de dicha creación que de antemano ya tiene un porcentaje de venta (bajo por supuesto, sólo una cuarta parte del precio). Claro, lo profesional no incluye contemplar que el artista visual es un profesionista es una persona al que sería igual de bueno darle un sueldo por actividades PROFESIONALES realizadas.
Del segundo lugar, ya ni hablar… me excedo de mi espacio designado.
Sin entrar en detalles sólo diré que hay que tener mucho cuidado en saber ilustrar presentaciones públicas ya que se puede malentender que si tienes la mala fortuna de abandonar una carrera profesional, tienes la opción de aspirar a un título de técnico en otras actividades que ni siquiera figuran en el plan curricular, que la formación dependiendo de su duración te lleva del sueño de volar aviones a la realidad de hacer ranitas de origami.
Nada alejado de muchos lugares comunes… llegado el momento, pasaremos a firmar.
Verónica Toscano