Victor Jara, El Cigarrito [Daniel González, 2006]
Mi padre siendo tan pobre
dejó una herencia fastuosa
Para dejar de ser cosas
-dijo con ánimo entero-
Ponga atención mi compadre
que vienen nuevos negreros.
Sambalando, Inti-illimani
La exposición inaugural de la Galería TRASCHI «Hijo de la Rebeldía» cuyo diseño expositivo realizó Luis Guerra para el portal de arte contemporáneo Artenlinea manda dos señales potentes: un vamos que se puede y un análisis histórico en su propuesta conceptual (exigida como acción en cada obra expuesta).
1.- La historia de las Galerías independientes en Chile es una historia difícil, ruda y mal documentada. Sus acciones y negociaciones en el plano artístico han ocultado sus relaciones con el sistema económico [1], los sueños y utopías aprenden rápidamente de rentabilidades (históricas, económicas, etc.), en caso contrario se suicidan o implosionan. Desde Galería Chilena (e incluso antes) hasta Galería Normal el trabajo de levantamiento discursivo es arduo y mal remunerado, el gremio desordenado olvida los favores recibidos y la Industria Cultural desatiende los procesos para favorecer los productos en una ceguera que impide la capitalización social de los hallazgos realizados en el arte, además de empobrecer a los gestores/operadores .
Paula Cobo y Paulina Marconi, junto al equipo de TRASCHI, saben de esto y tratan de equilibrar los diversos planos en que el trabajo de una galería se desarrolla. La apuesta es radical: hay que vulnerar el entorno y el propio procedimiento para levantar un pequeño cajón de manzanas que nos permita hacer un discurso político desde el arte, como antes se hacían los mitines. El modo lo explicaré a continuación.
2.- Decir Hijo de la Rebeldía no es decir Rebelde: Esta declaración establece una relación/filiación entre generaciones. Entonces, ¿qué hay en la anterior generación que nos interesa, que nos alinea, que nos propone como consecuencia?. Había una intención y un procedimiento: la intención era construir un mundo y un lenguaje para la disconformidad en la obtención de la satisfacción (como señala Sergio Rojas) y había un pretendido procedimiento en la materialización (en acciones y objetos) de esta intención [2].
El asunto es que los individuos cuando vislumbran las rentabilidades de sus acciones institucionalizan sus procedimientos, es decir los clausuran. Acto seguido los diagnósticos se transforman en slogans, los manifiestos se conjuran y los inquietos se transforman en aprendices de brujo.
3.- en una conversación Luis Guerra me dice «hay que preguntarse cuál es la vida útil de una galería»… excelente acotación, desgraciado!… una galería es una forma de colocarse en el mundo, es el resultado de una evaluación provisoria y contingente de la forma en que el mundo puede significar de los modos que aún no ha resuelto, que aún no ha consolidado. Una exposición como ésta es sólo un punto desde el que se puede trazar una línea.
Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Santiago de Chile, Noviembre 2006
NOTAS:
[1] «es hora que digamos quien pagó la cuenta» señaló hace un par de semanas Justo Pastor Mellado en una conversación en el Centro Cultural Palacio La Moneda.
[2] para esto cada obra expuesta actúa como un intento de acotación de la problemática y de actualización (convertir en acto) el discurso y la pretensión.
One response
Jorge: gracias por publicar estas referencias a «Hijo de la rebeldÃa»…la verdad es que muy descriptiva no es, asà que desde barcelona, todavÃa no me puedo enterar realmente de que se trata la exposición…al igual que en Salón de Té, echo de menos un sitio donde ver registros de las exposiciones…suban algunas fotitos a la web.
Saludos!
Rosa