Junto con mis colegas del colegio en donde trabajo siempre comentamos, debatimos y hasta hacemos chistes del sistema educativo chileno, pero siempre lo hacemos desde una realidad común, Pero ahora me encuentro con un montón de personas que vienen de diferentes países de América Latina y con enfoques y sistemas muy diferentes al nuestro.
Cuando con el grupo de colegas chilenos comentamos que trabajamos 44 horas en una escuela y que los estudiantes están en clases de 08:00 a 17:00 hrs. de inmediato la reacción es: ¡¡¡Qué…!!! – ¡pero eso es una locura! Como si fuera poco al decirles cuanto es nuestra remuneración promedio por esas horas y hacer la transformación a dólares nos dicen: -No… los chilenos están de la cabeza.
Si nos detenemos un momento a pensar, claramente aquí la cosa no funciona, nuestros establecimientos dejaron de ser escuelas y se convirtieron en guarderías, nuestros estudiantes tienes más horas de clases pero eso no refleja que aprendan más y los profesores estamos todo el día haciendo clases sin tiempo para preparar material didáctico, planificar o articularnos con otra asignatura, sumado a esto es realidad nacional que los profesores llegan a sus hogares a seguir trabajando, revisando pruebas, trabajos y preparando clases para el día siguiente.