El residir, entendido para mí como:
“Hallarse en una persona una cualidad o corresponderle un derecho, una responsabilidad, entre otras cualidades y derechos”
Hizo que en el primer dia de La Residencia, se convirtiera inicialmente en el acercamiento de personas con intereses no comunes, sin embargo se fueron develando poco a poco similitudes y sentimientos que traspasan las fronteras entre los países, los idiomas hasta entre los individuos.
A partir de las cualidades encontradas, porque se parte de las potencialidades que cada residente trae consigo adicional de la maleta cargada de cosas, puedo resaltar algunas:
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La capacidad de viajar horas y horas para llegar a un punto en el que la toma de decisiones es grupal y colaborativa.
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La apertura en la construcción de pensamiento en torno a La Experiencia/ La Pedagogia, partiendo de la individidualidad y la resistencia a quedar inmóviles frente al “otro” y su relación con el arte.
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La escucha y el mantenimiento de la comunicación transversal exenta de cualquier separación en la linea de formación adquirida.
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La crítica y el cuestionamiento continúo del hacer y pensar.
Para finalmente coincidir con la frase que mencionó Ilze mientras se daban a todo el grupo, los criterios básicos para permitir una sana convivencia:
“La Residencia saldrá tan buena como que todos ustedes así lo dispongan”