Me gusta leer diarios malos: mientras más intencionados y parciales mejor. Mi idea es que el mal periodismo es una de las oportunidades que las perversiones tienen para hacerse públicas. En otras palabras, los prejuicios ignoran las líneas editoriales y convierten el error en su posibilidad pedagógica. Algo así como un lapsus linguae mediático.
¿A que viene todo esto? esta semana ha ocurrido un destape de un revisionismo histórico protagonizado por los canales de televisión que, en su afán de rescate bicentenario, han organizado sus areás dramáticas y comerciales con el fin de ocupar una falencia favorable. ¿Cúal? la del Estado simbólicamente ineficiente.
Bueno, el asunto es que Héroes (Canal 13, Universidad Católica de Chile), Epopeya (Televisión Nacional de Chile) y El Septimo de Linea (Megavisión) usan cierta historia que apenas quedó delineada por la educación formal. (Esto probablemente por que esta educación estereotipa hechos y personas para convertirlos en hitos y personajes). Con ello los productores se ahorran presentar y justificar los personajes de la telenovela, es decir establecen un rango.
Dentro de este rango deben ocurrir dos cosas: dramatización de situaciones inesperadas y resoluciones convencionales a estos problemas. Obvio!, si no cómo atraer la atención sobre la Historia si no se la hace parecer contemporánea, contingente, emocionada. Pero tambien es evidente que no puede resolverse de cualquier forma, la licencia literaria requerida sería extrema y, en verdad, lo que más amamos de nuestro pasado es su inmovilidad, su inamovilidad.
Coloquemos un ejemplo clarificador: el titular de una nota de Las Ultimas Noticias decía «O`Higginistas Saltones con escena en TV del procer semidesnudo y en la cama» [22 de marzo 2007, pag.2] ¿y que esperaban? ¿que O’higgins durmiera a caballo y ensillado?, (ensillado se decía en el campo a la gente que dormía vestida). La bajada de la nota complementa las razones de la incomodidad «Alcalde de Chillán Viejo, Julio San Martín, y tataratataranieta, María del Pilar, piden que historial amoroso con Rosario Puga sea tratado con «decoro» y «respeto».»
Decoro y Respeto, es que por ahí está la fuga que puede ser utilizada para tratar a O’Higgins como hombre, ya no como Héroe, convertirlo en Don Huacho Riquelme Alamedo de las Delicias. No comprenden que el héroe está ahí precisamente por eso… para poder vulnerarlo. !!!Pero no temais, insignes patri_monos!!! ¿es que acaso no veis teleseries? Va a ser vulnerado para ser devuelto a su lugar, renovado en su capacidad de sobreponerse a sí mismo y a sus cirscuntancias.
El asunto es que toda esta pataleta, como también la de Foxley y Vidal respecto a las Razones de Estado para suspender la exhibición de la Serie Epopeya de TVN, es una estupidez bien rangueada… no comprenden que la ciega, el paralítico y el mayordomo de cada teleserie podría llamarse como sea… tapia, cifuentes, gonzález o Prat. La teleserie es la misma por que es el guión lo que se enseña, su forma de resolver conflictos… no los nombres propios.
¿Mencioné a Prat? si ¿a cual Prat? ¿Al que saltó en un ataque suicida inutil para la batalla pero eficiente simbólicamente para la guerra? ¿o al borracho frustado de la obra financiada por el Fondart que nadie alcanzo a ver?. ¿O mencioné al Bolivar travestido de Dávila que se pregunta por la penetración de la estrategia masona de independencias porque, todos sabemos, dividir es gobernar?.
El Arte, muchachos, es una contienda desigual. Puede cosas que la televisión no puede, puede hacer que la historia termine de otra manera, que sea otra historia. Puede hacer que la disposición de los rumores de abuelitas y las crónicas de los vencedores tomen otra profundidad, otro sentido. Puede hacer que las interpretaciones sean hechos históricos, puede hacer que los objetos sean documentos y viceversa.
A ver quien puede. A ver quien se atreve.
Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Marzo de 2007
Artículo relacionados:
– La Historia de Chile (relatada publicamente por las acciones culturales). Jorge Sepúlveda T. [6 de marzo 2006]
nota: agradecimiento a Luis González Gutierrez por su constante labor de recordarnos quien fue el Huacho Riquelme, chileno pero no heroe.
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