1.- Parte del Edificio Diego Portales se ha derrumbado ayer producto de un incendio fortuito. Simbólicos aquellos que hoy dia han hecho circular el juicio que la institucionalidad se derrumba por falta de mantenimiento. Admitirlo como verdad serÃa darle demasiado peso a un hecho que aún está por comprobarse.
Pero veamos los hechos: Este edificio fue construido por el Estado de Chile durante el gobierno de Salvador Allende para la realización de la UNCTAD en 1972, luego serÃa utilizado como Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral, luego del Golpe de Estado (y bombardeada La Moneda) funcionó como Sede del Poder Ejecutivo y Legislativo, luego su torre principal como Ministerio de Defensa (hasta la fecha) y el sector Alameda como Centro de Convenciones.
Está suficientemente documentado cómo se borró en 1973 del Edificio todo vestigio del Centro Cultural, obras donadas por artistas chilenos fueron destruidas, robadas, pintadas encima con pintura de color popularmente conocido como «plomo milico» y cubiertas con cortinajes pesados y gigantescos. Sucesivas administraciones de la infraestructura (militares y luego democráticas) fueron convirtiendo el sector actualmente derrumbado en un Centro de Convenciones. En resumen: Anulación de la Historia por Cambio de Giro.
2.- hace algunas semanas el escándalo veraniego trasladó su punto de atención hacia un lugar nuevo y novedoso: el Centro Cultural La Moneda. Luego de su inauguración logró permanecer una semana más debido a la «omisión» del General (R) y ex-Presidente de Chile Augusto Pinochet Ugarte en una serie de postales que se pusieron a la venta en la tienda de souvenirs del Centro Cultural, que incluÃan a Salvador Allende, Patricio Aylwin, Eduardo Frei Hijo, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet (aun no en ejercicio). OnÃrica venganza de quienes aún están dolidos del bombardeo que mencionamos en párrafos anteriores.
Pero no fue esa la explicación oficial: El Señor Pinochet fue olvidado en algún rincón del Centro Cultural que entre sus pretensiones tiene construir un Centro de Documentación y solventar un espacio más de cultura para los ciudadanos. BastarÃa haber dicho «Serie de postales de Presidentes de Chile democráticamente elegidos» y el problema habrÃa estado resuelto, o, si el interés era mantener el tÃtulo, haber agregado a Pinochet en la serie de postales.
Es decir: Anulación de la Historia por Omisión.
3.- Si usted sale a las, aún no terminadas, remodelaciones que se realizan a las plazas que están por el lado de la Alameda Bernardo O’Higgins verá que la Plaza que cerraba por el norte el Paseo Bulnes con una pirámide de piedra con la estatua ecuestre del Padre de la Patria O’Higgins se dará cuenta que la estatua ha sido trasladada (hacia la izquierda si miramos de norte a sur), bajada de altura y la «Llama de la Libertad» ha sido devuelta a sus legÃtimos propietarios: La Escuela Militar.
La redistribución del espacio público ha perdido la geometrÃa que ostentaba. ¡Falta una estatua al lado derecho! ¿La estatua de quién? elija usted: la de Carrera o la de Manuel RodrÃguez. Es decir: Anulación de la Historia por traslado y ausencia.
4.- todos estos hechos, azarosos y aparentemente aislados, me hicieron recordar una anécdota que ocurrió mientras montaba una obra en el hall del Museo Nacional de Historia Natural. La persona que actuó como funcionario de enlace con el museo me señaló, al indicarnos el lugar que ocuparÃamos lo siguiente: «por favor tapen, con la instalación, esa placa». La placa dice «remodelada durante el gobierno de Augusto Pinochet Ugarte». Las razones que esgrimió fueron las siguientes: fue la única vez que Pinochet visitó ese Museo y, según sus palabras, la única vez que demostró preocupación por él.
Mi propuesta fue en sentido inverso: en vez de tapar la placa ¿por que no coloca otra placa, justo abajo, que indique lo que usted me dice?. No se puede o no se quiere, es decir: Anulación de la Historia por Ocultamiento.
Conclusión: Yo no creo en las teorÃas conspirativas ni estoy dispuesto a defender las polÃticas culturales del Gobierno de Pinochet, si es que las hubo, pero estas cuatro noticias seleccionadas me dan un indicio, como decÃa en un principio, de la existencia de una serie de decisiones que, concatenadas, dan una clara muestra de la transversalidad de nuestro tratamiento de la Historia. Decisiones tomadas por funcionarios o personas comunes y corrientes que en su grado de decisión repiten y construyen una Historia que no es relectura, apropiación ni puesta en perspectiva. Es simplemente una anulación.
Como sabemos no hemos podido construir un arte para ilustrar la/nuestra Historia, no nos interesa, los historiografos del arte deben ser de los agentes culturales (y sociales) menos escuchados de nuestra sociedad, entonces el proceso de aprendizaje de la Historia a través de las intervenciones culturales públicas queda definida por quienes, desde el sentido común y la cultura general, aprenden que todo se puede cambiar, borrar, trasladar, tapar o anular, generando asà la sensación de que la Historia es innecesaria para todos y para todo, incluido la mentada identidad cultural y el imaginario social desprovisto/empobrecido nuevamente de hitos y referentes.
Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Santiago de Chile, Marzo 2006
P.S. mientras escribÃa esta columna recordé la anécdota del Faraón Egipcio que mandó a borrar las caras y los nombres de los faraones que lo precedieron. La ArqueologÃa nos ha permitido saber que existieron pero apenas sabemos su número: sin cara, sin imagen y sin nombre, innominables.
Recomendamos leer:
– 30 años de polÃticas culturales: Los legados del autoritarismo. Rodrigo A. HenrÃquez Moya, Sepiensa.cl
– Crisis de Mantención de la Memoria Edificada, Justo Pastor Mellado. 07 de marzo 2006
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6 comentarios / Comments
El edificio, la tarjeta, la estatua, el museo: cuatro marcos institucionales de intervención discursiva. Cada uno es sÃÂntoma de la ilustración de la historia. Hay que leer su sentido en las omisiones y en los derrumbes que pone en escena. La conexión de estos cuatro encuadres me parece de gran utilidad para el análisis de la «movilidad social» de los propios signos de la polÃÂtica.
hola te envio mi pagina para que la agreges a tus links
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