desaparición de un cuerpo para la conservación de la identidad nacional

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Otra cosa sorprendente y decidora en el Asunto Pinochet[1] es la decisión de cremar el cuerpo. Esta decisión tiene que ver con la complicación que tiene colocar a Pinochet en un lugar, sea público o privado, ya que la tentación de convertir ese lugar en epicentro de devoción o profanación es muy grande.

Mientras pensaba esto recordé una conversación con Justo Pastor Mellado la semana antes de partir a Periférica en la que mencionó su artículo Adiós al Séptimo de Linea y el problema del cuerpo en la producción artística chilena, nos recordó a los que estábamos ahí dos episodios: la promesa del Teniente Del Solar de traer de vuelta a Martiniano Santa María, cuyo cumplimiento termina enloqueciéndolo hasta el punto de meter su cuerpo en una caja de lata en su mochila, cocinándolo en una fogata, desprendiendo los huesos de la carne. El segundo es el episodio del MacFarlan Gris de Leonora Latorre, como la representación de la impunidad de la desaparición. Todo esto cruzado por las historias de filiación y desafiliación entre sus personajes.

A mi me sorprende que el desaparecedor de cuerpos deba ser cremado/desaparecido por su familia y ocultado para ser protegido. El proceso de cremado es intencionadamente brutal: la carne desnuda es la primera que cede, los fluidos del cuerpo se evaporan, los huesos soportan un calor inmenso para ser eliminados, el humo que se desvanece es la única señal del lugar del proceso de desaparición. El cuerpo es reducido y envasado transformándose en un recuerdo/souvenir portable.

Las similitudes continúan si pensamos en lo que menciona Mellado «Este combate (el naval de Iquique) es un momento identitario clave en la historia de Chile, puesto que desde entonces se señala que en «este país» se celebran las derrotas, como unos momentos claves del identificado nacional: el héroe victimado es un modelo de carácter»… esto es precisamente lo que escuchamos durante los últimos años decir a la Familia Pinochet y su abogado (Pablo Rodriguez Grez): para ellos Pinochet es un héroe incomprendido y abandonado, estigmatizado por sus detractores, al que, como el mismo Pinochet señalara, sólo será juzgado por la historia, cosa que el Poder Judicial Chileno permitió al demorar sus procesos y no condenarlo.

Pinochet se une a una larga lista de suplantadores utilizados en la Historia de Chile, junto a Arturo Prat, Bernardo O´Higgins, Manuel Rodriguez y Gemita Bueno. Como bien señala Armando Uribe este General Pinochet debe su éxito a su carácter profundamente chileno: él es el Huaso Ladino, pertenece a la parte de la familia despreciada por aquellos que conservaron la fortuna[2].

¿Para que sirve todo este análisis? Para comprender que Chile es un país de una identidad claramente constituida en una sociedad de huachos violentados y violentadores minimamente detenidos/contenidos por una república débil ante el poder económico endogámico. Tenemos, entonces, un imaginario social que comprende la eficiencia de la subversión callada en un ejercicio aparente de cumplimiento de la norma y un imaginario artístico acorde a las prácticas acomodaticias requeridas.

Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Santiago de Chile, diciembre 2006

NOTAS:
[1] he publicado anteriormente los artículos el cuerpo de Pinochet está muerto :: notas sobre la figura pública y la alegría ahora si ya viene y La figura de Pinochet se está transparentando :: la obsolescencia convertida en fantasmagoría.
[2] este episodio se reitera cuando Pinochet es condenado publicamente sólo cuando son descubiertas las cuentas en el Banco Riggs, el antecedente de los crimenes por derechos humanos no tuvo nunca el valor ajusticiador de los delitos económicos.
* Paralelamente a este Artículo Justo Pastor Mellado ha publicado Lugar sin Límites, donde analiza cuestiones complementarias a las que acá expongo.

One response

  1. entonces, nuevamente, la figura que se desplaza FANTASMAGORICAMENTE, JAJAJA, es la del nómade, aquel que es extranjero, (muera Camus, por haber matado la palabra) o extrañero, sujeto «volador» no identificado SUVNI, que se aplica a las superficies de contención como gel, disipandose cuando la cáscara está seca, evaporándose y descomponiéndose. El fantasma no tiene huesos, por lo tanto no pertenece a la urna nacional. la desactivación del frontis republicano, es decir, de la balaustrada y la confección, es infinitamente innecesaria, lo mismo que su desafección. La bolsita del Chavo, la mantita de Linus, la caracola de BobSponge, son naturalezas humanas de disposición y movimiento, porque el movimiento es una estadía indescriptible.

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