Avancemos entonces con un intento de comprensión de lo que ha ocurrido:
Resultó sorprendente que, durante la inauguración de la V Bienal Museo Nacional de Bellas Artes «Utopías de Bolsillo», el director del Museo Nacional de Bellas Artes Milan Ivelic enrostrara al periodismo la forma en que ha cubierto la obra de Maximo Corvalán (1972) donde un par de indigentes duerme y vive dentro de una caseta con un diorama del desierto chileno. Sorprendentes son sus argumentos y reclamaciones: la ignorancia de los medios, la incapacidad de comprender la obra, la comprensión de una obra que SOLO EN PARTE es expuesta en las afueras del museo, la farandulizacion y/o sociologización de una obra, etc.
Hagamos una minima pausa: ya es sabido que hay un tipo de periodismo que no se tiene respeto a si mismo y que un par de búsquedas en google y un comunicado de prensa es percepción suficiente de una obra de arte, la pregunta es ¿QUE OTRA COSA ESPERABAN? si tiran un anzuelo potente y doloroso en un país que todo lo transforma en fenómeno mediático y en fuegos artificiales.
El Arte Contemporáneo se caracteriza por la conciencia de su problemática y por la capacidad de asumir (e integrar) dentro de la obra sus consecuencias. ¿Que pasó acá? no se previeron o no se incluyeron. Y es aquí donde está el punto que quiero definir por hoy, colocar una obra en la calle es una violentación al Imaginario Social, es solicitar una rápida respuesta, cualquiera que sea y, como la pedagogía de los museos actúa de manera diferente a la de la creación de criterio de comprensión de obra, entonces los juicios de los medios y de los espectadores se emiten desde «lo que hay».
Si, por otra parte, comprendemos que todos los medios son medios del arte lo que encontramos es una sub-utilización de las herramientas del Arte Contemporáneo que permitió que otras significaciones se magnetizaran a esta obra, la convirtió en una obra de una significación distinta (molesta), esto ocurrió a diferencia de Caso ONFRAY donde las repercusiones de una intervención fueron manejadas políticamente y en favor de una rentabilización de la muestra.
Ya lo preguntaba antes en otro artículo: ¿es capaz el Imaginario artístico construir su casa, su escuela , sus caminos, sus señales en el barrio del Imaginario Social?. Por el momento nosotros, sus representantes , sus encarnaciones, seguimos viviendo bajo el puente, precarios, invisibles, incomprensibles.
Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente
Santiago de Chile, Enero 2006
recomendamos leer:
– Free Trade Ensambladura. Texto de Exposición en CSU Fullerton Art Gallery, Orange County (12 Noviembre – 16 Deciembre , 2005)
– Indigentes son parte de Bienal del Museo de Bellas Artes. La Nación, 18 de Enero 2006.
– Con provocativa obra sobre indigentes parte muestra de arte joven. El Mercurio, 18 de Enero 2006.
– Pareja de indigentes centra la atención en las afueras del Museo de Bellas Artes. La Tercera, 18 de Enero 2006
– La historia de los indigentes que «viven artísticamente» fuera del Bellas Artes. Terra, 18 Enero 2006
– Instalación exhibe la vida de dos indigentes en frontis del Bellas Artes. La Tercera, 19 de Enero 2006.
– Capacidad de Resistencia de una Obra, Justo Pastor Mellado.
– Con provocativa obra sobre indigentes parte muestra de arte joven. La Segunda, 20 de Enero 2006
–Roban a habitantes de casa-vitrina. El Mercurio, 20 de Enero 2006
– Justo Pastor Mellado: »Me parece una acción antidemocrática, fascista». El Mostrador 22 Enero 2006.
– Utopías de bolsillo. El Mercurio, 22 de Enero 2006.
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[…] Los hechos son los siguientes: luego de inaugurada la Bienal del Museo de Bellas Artes (hecho que ya comentamos en un post anterior) Alberto Madrid quedó debilitado frente a la opinión pública al no tener espacio y tribuna suficiente para defender sus postulados frente a las interpretaciones que realizaron los medios de comunicación. […]
[…] Los ultimos 5 años pasan desde Hoffman’s House a los indigentes de Máximo Corvalán, de las Performances de Leppe en Museos y GalerÃas a A LA LIFE: esto implica un traslado pero también una renuncia. Las condiciones, reconocimientos, permisos y contraseñas que se requieren para hacerse aceptar por un padre rÃgido y sobre-reglamentado han hecho que los artistas deseen ser huerfanos. […]