[fotografía de Amor de Verano,
Valparaíso – Chile, Enero de 2010]
Sie ist ein modell, und sie sieht gut aus
ich nehme sie heut´ gerne mit zu mir nach haus
sie wirkt so kuehl, an sie kommt niemand ´ran
doch vor der kamera, da zeigt sie was sie kann.
Das Modell. Kraftwerk
[más información sobre el Programa de
Residencias en COOPERATIVA DE ARTE]
Hace dos años como parte de nuestro trabajo en arte contemporáneo decidimos afrontar una hipótesis que ahora parece una certeza: todos participamos de un modelo.
El asunto es determinar cuál de los modelos disponibles predomina en nosotros, para qué sostenemos sus objetivos y cómo el modelo se despliega en las acciones que realizamos.
Esto, dicho en otras palabras, es afirmar que todos estamos atravesados por una ideología. Las decisiones de nuestro actuar cotidiano tienen una organización simbólica que es utilizada y puesta a prueba cuando decidimos qué parte del conocimiento utilizamos y priorizamos para actuar.
Esta organización simbólica se alimenta, reafirma, complejiza o refuta dependiendo de cómo vamos entendiendo las consecuencias de nuestra intervención sobre lo que nos rodea.
Pero participar de una ideología no equivale necesariamente a una subordinación o una renuncia a la capacidad crítica que la revisa, la indaga y la cuestiona. Por un lado, porque las ideologías están basadas en su falla estructural que las organiza (la parte de la realidad de la que no dan cuenta), falla que las cohesiona; y porque están contaminadas por fragmentos de otras ideologías que las complementan en los puntos en que pone menos interés.
¿Para qué todo este preámbulo? Para decir que el mercado (del arte) no es una condena escrita (o una promesa que vaya inevitablemente a cumplirse) y que para intentar comprender cómo las acciones culturales vinculadas al arte contemporáneo pueden ocurrir en una autonomía co-dependiente entre el mercado del arte, la pedagogía de arte y la gestión independiente.
Lo primero que vimos (ya en 2008) fue el desarrollo de sistemas pedagógicos paralelos (a la academia y aquellas que funcionalizan los esfuerzos del mercado) mediante la realización de clínicas de arte, señalando que en estas hay “un reconocimiento implícito del carácter inconcluso de todo conocimiento y, en ello, la construcción paralela de sistemas de transmisión de él, independientes de la academia universitaria tardo-moderna. Esto es relevante porque implica una acción efectiva sobre los planes y programas que modelan la forma en que el conocimiento es usado por la institución para alimentar más necesidad de institución« donde “la clínica rescata el ejercicio como método«.
Describimos que esta innovación en los sistemas pedagógicos, junto con incluir producciones artísticas y discursivas ignoradas u obviadas hasta entonces, reproducía algunos de los vicios propios de la academia como el mesianismo y el jesuitismo.
No podía ser de otro modo, uno no puede negar de donde viene y las estructuras de pensamiento y acción aprendidas hasta entonces. Dicho de otro modo: el desarrollo de procesos cognitivos genera sesgos cognitivos. No se puede negar el modo que aprendimos a aprender pero se puede enfrentar programáticamente.
Un simple giro nos sirvió para poner a prueba, en nuestra versión de las clínicas de arte, la historia que nos antecedía: TRAMA, Antorchas, Entrecampos, etc. Este giro fue el traslado del objeto de análisis desde la obra hacia la argumentación del valor de la obra. De eso se trató el Sparring Tour (Argentina – Uruguay, 2009).
Pero esto no parecía suficiente. Lo que afirmamos al juzgar nuestro pasado era también válido cuando analizamos lo realizado en nuestra intervención: el modelo induce el error. Otros errores, por supuesto.
Al tratar la producción artística desde la argumentación del valor (simbólico, económico y financiero) descubríamos nuestras confusiones (y las de los participantes) sobre el modo de usar el objeto de arte. Y cómo, desde allí, reproducíamos un sistema de subordinación de los otros sistemas al sistema financiero del arte.
Porque ¿para qué necesitamos las habilidades de argumentación? Para demostrar el valor, desglosarlo y estructurarlo nuevamente para volverlo comunicable. Es allí donde el sistema financiero tiene su principal triunfo: el valor que predomina unificando(lo) y que depreda la complejidad del quehacer artístico, es el valor financiero.
¿Qué pasa entonces con todo lo demás que ocurre cuando ocurre el arte? Para averiguar eso, hicimos el claustro Puesta en Práctica (Córdoba, noviembre 2009). Porque pensamos que otro tipo de relaciones entre los participantes eran posibles, y que esas otras relaciones posibles nos permitirían abordar el estatuto del arte contemporáneo desde otras perspectivas, haciéndole justicia a su complejidad.
Reunimos en esa oportunidad a 18 artistas y gestores sudamericanos durante 3 días, con la pretensión de acceder a las prácticas artísticas más que a sus excedentes (los objetos de arte). ¿Qué es lo que se vio? El sistema de toma de decisiones que está detrás (y antecede) al “manos a la obra».
Pero cada paso induce al siguiente construyendo un rango y herramientas para su implementación. Lo valioso que habíamos descubierto, la manera que nos veníamos alejando de la prepotencia del objeto (convertido en mercancía) requería espacio y tiempo de estabilización y articulación de esas hipótesis: ese espacio y tiempo podían ser las residencias de artistas.
Hasta entonces las residencias de artistas eran, en su mayoría, el traslado del taller de uno o dos artistas a un ambiente exótico donde la experiencia efectiva que se llevaba a cabo era la de animación cultural o turismo cultural.
Esto sigue, a nuestro entender, reproduciendo una estructura de privilegios que es impermeable a las experiencias del lugar y las personas que visita, siendo para los visitados un accidente altamente valorado pero irrelevante a largo plazo.
¿Cómo podríamos reestructurar conceptualmente las residencias de artistas de manera de hacer posible una relación entre iguales y con el entorno? ¿Cómo podíamos redefinirlas desde un interés real por lo otro, por los otros, desde una estructura conceptual diagramática vulnerable más que impositiva, desde un deseo de habitar efectivamente el lugar del otro?
A finales de 2009 ya habíamos finalizado nuestras clínicas y decretado su muerte, habíamos implementado una confabulación con gestores independientes y artistas sudamericanos, habíamos relevado ciertas recurrencias en la producción artística, en las reclamaciones y las iniciativas que de ellas derivaban como una suerte de soluciones o reparación de falencias. Principalmente sabíamos qué es lo que no queríamos hacer.
Una residencia de artistas, que imaginamos al modo de un campamento de verano, sería una instancia donde se podía dar lo que esperábamos:
- Reunir un grupo heterogéneo de artistas y gestores independientes calificados en su quehacer y en diferentes grados de desarrollo de su corpus de obra y de sus carreras.
- Propiciar entre ellos un debate abierto y especializado que, basado en sus experiencias y habilidades, se centrara en el diagnóstico y definición de acciones y no en la presentación o exhibición de sus currículums y portafolios. No necesitamos pavos reales.
- La proposición y desarrollo de estrategias de vinculación efectiva con el imaginario del lugar y con las personas, relacionadas o no con el arte contemporáneo.
Una residencia de artistas como campamento de verano es una inteligencia colectiva desplegada, formada en el acuerdo y el cuestionamiento de esos acuerdos. ¿Desplegada sobre qué? Desplegada sobre las particularidades del entorno que la acoge, reconociéndolas y probando entablar una relación con un equivalente.
Una residencia de artistas como campamento de verano no es un taller extendido en el tiempo porque no tiene objetivos definidos, tiempos ni metas que cumplir. No hay un “al final de este programa el educando será capaz de…» porque no sabemos de qué seremos capaces después.
¿De qué modo se puede enfrentar lo que se sabe, los mecanismos de conocer y la diferencia de lo otro? Propiciando la disonancia cognitiva, una tensión entre dos sistemas de conocimiento que genera una (aparente) incompatibilidad entre ellos. ¿Cómo se resuelve, en las personas, esa incompatibilidad? Redefiniendo los conceptos sin afectar al sistema (o modelo) en uso, o bien modificando o subvirtiendo el modelo en uso.
Esto se puede hacer desde el amplio rango que va de una racionalidad discursiva estricta (donde predomina la lógica argumentativa y se condena la falacia) hasta la fantasía (para la que no tenemos ni necesitamos explicitar esas estructuras).
Es por eso que su efectividad es difícil de ver para muchos, porque el principal resultado es generar una capacidad disponible a ser efectivizada con otros para todos. Para eso el mercado del arte no tiene parámetros, sólo recibe noticias. Porque no hace inventario.
Es por eso que hay sucedáneos que no son más que malas falsificaciones y burdas copias. Porque las relaciones son entendidas como objetos, generando una economización simbólica (que le permite presentarlas como meta lograda en la lógica marca-mercado-prestigio) volviendo a lo otro en más de lo mismo. Porque la densidad narrativa requerida no ocurre espontáneamente ni es una capacidad (únicamente) del discurso.
Sin embargo, la residencia de artistas como campamento de verano no es antagónica al sistema financiero de arte, es complementaria a él, pero exige el reconocimiento de la diversidad de sus procedimientos de investigación, de producción y de análisis.
El formato campamento de verano es también una acotación al estado actual de la pedagogía, trasladando la prioridad desde el “queremos enseñar» al “queremos aprender».
Francisco Varela señalaba que la pedagogía clausura el conocimiento. Esto tiene un doble sentido: por una parte, lo delimita para hacerlo comunicable, transferible, transportable; pero por otra, lo clausura, lo convierte en objeto definitivo (clausurado). Dependiendo de la posición que tomemos ante esta clausura es el tipo de pedagogía que estamos haciendo.
Hasta ahí es donde hemos llegado en el recorrido que hemos realizado con los 180 participantes en el Sparring Tour, los 18 que participaron en el claustro, los 23 de las residencias Amor de Verano y el Social Summer Camp más los 110 participantes del Procrastination Tour. Y que próximamente será, nuevamente, puesto a prueba con los 33 residentes de En el día de la Virgen y Social Summer Camp (sé lo que hicieron el verano pasado).
Este recorrido ha sido un modo de indagación de las posibilidades, los deseos y las habilidades de quienes participan esporádica o recurrentemente de estas iniciativas, un conocimiento que hemos ido desaprendiendo y un procedimiento que hemos ido desarrollando.
No sabemos lo que viene, sólo sentimos la intriga que nos mueve y convierte en urgente que la novela tenga carne.
Jorge Sepulveda T. |
Ilze Petroni |
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Toda la información sobre la residencias de arte contemporáneo realizadas entre el año 2010 y 2015 está disponible en COOPERATIVA DE ARTE CONTEMPORÁNEO
Las actividades mencionadas son:
- Sparring Tour, Clínica de defensa de obra. Argentina – Uruguay. 2009.
- Puesta en Práctica, claustro de artistas. Córdoba, Argentina. Noviembre 2009.
- Amor de Verano, Residencia de Arte Contemporáneo. Valparaíso, Chile. Enero de 2010.
- Social Summer Camp, Residencia de Arte Contemporáneo. Villa Alegre, Chile. Febrero de 2010.
- Procrastination Tour, seminario de teoría y crítica como arma de destrucción masiva. Argentina, 2010.
- En el día de la Virgen. Residencia de Arte Contemporáneo. Rosario, Argentina. Febrero de 2011
- Social Summer Camp (sé lo que hicieron el verano pasado). Residencia de Arte Contemporáneo. Villa Alegre, Chile. Febrero de 2011.
- INsideOUT. Residencia de Arte Contemporáneo. BoiÁ§ucanga, Sao Paulo, Brasil. 19 al 30 de julio 2011
- INDIFERENCIA. Residencia de Arte Contemporáneo. Bogotá, Colombia. 18 al 30 de octubre 2011
- AND SON ON, AND SO FORTH. Residencia de Arte Contemporáneo. Valparaíso, Chile. 16 al 28 de enero 2012.
- SOCIAL SUMMER CAMP III. Residencia de Arte Contemporáneo. Villa Alegre, Chile. 30 de enero al 12 de febrero 2012.
- DE USO PÚBLICO!. Residencia de Arte Contemporáneo. Quito, Ecuador. 15 al 26 de febrero de 2012.
- FOREPLAY. Residencia de Arte Contemporáneo. Guayaquil, Ecuador. 15 al 26 de enero de 2013.
- SOCIAL SUMMER CAMP IV. Residencia de Arte Contemporáneo. Villa Alegre, Chile. 12 al 23 de febrero de 2013.
- EL DESEO DE OTRO. Residencia de Arte Contemporáneo sobre Gestión Autónoma. La Pedrera, Uruguay. 15 al 26 de mayo de 2013.
- CONSENSUAR/DISENTIR. Residencia de Arte Contemporáneo. Morelia, México. 23 de octubre al 3 de noviembre 2013
NOTAS:
Que desarrollamos en los artículos El auge de la Clínica [01]. Modelos pedagógicos horizontales , El auge de la Clínica [02] :: los modelos de los clinicantes y El auge de la Clínica [03] :: diagnóstico de ingreso. Abril de 2009.
7 Responses
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[…] Ilze & Sepúlveda T., Jorge. 2010. Armar Campamento. El formato Summer Camp en las residencias de arte contemporáneo. Artículo disponible en: […]
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[…] Estas residencias están orientadas a artistas visuales contemporáneos, historiadores e investigadores de arte, curadores, gestores y otros agentes culturales. Más información en: “Armar Campamento. El formato Summer Camp en las residencias de arte contemporáneo.” […]