¿Vas a hacer una escena?

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transcripción de la charla de cierre del
II Workshop y Seminario de Artes Visuales
del Maule. Noviembre 2014. Talca, Chile.

Más que contar mi experiencia de estos días o hacer una clase magistral quiero que intentemos hacer un ejercicio para el futuro próximo. Ya hemos discutido bastante sobre lo que pensamos, qué deseamos de las cosas, el diagnóstico, las falencias, el entusiasmo y la capacidad de producción de objetos e imágenes.

Quiero que hablemos de la posibilidad de la construcción de una escena, es decir, que vinculemos estos conceptos para una producción específica a partir de los acuerdos alcanzados en este workshop. Nosotros necesitamos un plan de corto y mediano plazo.

Para ello, tenemos que preguntarnos cuáles son las condiciones de ese plan y tenemos que ser más específicos que nuestros deseos. Nuestros deseos son generales, bien-intencionados (la gran mayoría) pero tenemos que ser específicos para saber cómo vamos a actuar. No basta tener una ideología, hay que tener un plan. No basta tener un diagnóstico, hay que tener un plan.

Me quiero centrar sobre esto y hacer un par de acotaciones contando un par de experiencias para ilustrar el tipo de decisiones que hemos tenido que tomar para investigar escenas locales, para tratar de entender su complejidad, para tratar de conceptualizar esos trabajos que se dan en las diferentes escenas locales en latinoamérica y explicar por qué hemos tomado ciertas decisiones, como por ejemplo la formación de la Red de Gestiones Autónomas de Arte Contemporáneo. Como ya hemos conversado estos días, no planteamos estas decisiones para defenderlas, sino para reafirmar que cada afirmación es una pregunta. Cada vez que uno toma una decisión está preguntándose por la calidad de lo que está haciendo, por el contexto y por su propia capacidad.

Al respecto hay un cuento corto maravilloso de Borges, y sobre el que Deleuze escribe un librazo para tratar de entenderlo, que se llama “el jardín de los senderos que se bifurcan” en el que dice: cada vez que uno toma una decisión se abren dos caminos. En el arte tenemos una ventaja mayor todavía, podemos retroceder el camino y volver a preguntarnos varias veces cada encrucijada.

Entonces, las 3 cosas que pusimos como más relevantes para centrar el trabajo de los próximos meses fueron:

Primero: la publicación e investigación sobre el arte contemporáneo en Maule (Chile), y quiero que entiendan este texto que pretendo como la continuación de la ponencia de Reinaldo Villar. Los conceptos que él propone, esta exigencia de la claridad en el autoanálisis de nuestra producción y de la escena local las compartimos, aunque después no compartamos completamente las decisiones, de la manera en que nos individualizamos. La ponencia de Reinaldo viene tratando la producción artística y de discursividad, como también la necesidad de situarnos históricamente.

Esto es muy relevante: porque uno de los problemas que identificamos es la de la Historización fragmentada y, paralelo a ese, el intencionamiento de la Historia.

Uno siempre que escribe, escribe para demostrar y justificarse. Para demostrarse necesario y justificarse. Por ello todas las historias son incompletas, inevitablemente incompletas. Como investigador uno puede recurrir a la fuente primera y afirmar lo que por decisión propia negaría, reconocer aquello que -aunque no estuvimos de acuerdo entonces o no estemos de acuerdo ahora- fue constituyente de la posibilidad de hacer las cosas. Eso es una vinculación entre la capacidad de producción de la historia, de revisión de la historia, y de la construcción de documentación a partir de los esfuerzos de producción (de objetos de arte).

Segundo: respecto a la creación de una mesa de trabajo para establecer un diálogo con la institución, esto es: establecimiento de alguna forma de organización que se revise a sí misma pero que está centrada sobre su objetivo. Esto es importante: que tenga la capacidad permanente de revisar sus prioridades, porque uno haciendo cosas aprende cosas. Porque tanto el trabajo de producción de objetos de arte y de investigación, como también de instrospección. Porque uno investigando sobre sí mismo sabe lo que necesitaba saber cuándo comenzó.

Podemos pretender una organización que desarrolle sistemas de relaciones con los otros -no sólo con las instituciones- sino también con la sociedad y con el contexto pero también procedimientos de revisión. Es decir, hacer una organización, formar una red no es solamente tener ganas de hacerlo, de vincularnos, es establecer límites y prioridades. Esos límites y prioridades se convierten en procedimientos, simples dentro de lo posible, protocolos de comunicación para confirmar que estamos hablando de lo mismo.

Un paréntesis, nosotros en Curatoría Forense nos dimos cuenta que éramos una institución cuando los mails iban con copia. Eso es un procedimiento. Es una obligación que nos ponemos para poder llevar a cabo el tipo de relación que deseamos. En las parejas sería el desayuno el día domingo. Es una obligación que sostiene la relación emocional y afirma la manera en que uno está involucrado.

Tercero: el énfasis en el desarrollo de proyectos colectivos, porque ya todos tenemos la preocupación del desarrollo de proyectos individuales. Todos, en mayor o menor medida, tenemos visto cuáles son nuestras capacidades y nuestras deficiencias. Individualmente.

El problema es que no existe una escena local de individualidades, existen escenas locales que tienen interés común y desarrollo de procesos colectivos.

Uno de los primeros errores que uno comete es pensar que todo tiene que ver con la obra, es uno de los puntos de discusión más fuerte entre los artistas y los curadores o investigadores. Es la prepotencia del artista queriendo imponer la obra. No todo es obra.

Para resolver esta cuestión nosotros hicimos un triángulo: Producción Artística / Producción discursiva / Producción de relaciones. ¿Para qué usamos esto? Para organizar la forma en que vamos a enfrentar el problema. Recuerden cuando hablamos hace unos días de Art-Qaeda, esto es un mapa de guerrilla. Esto nos va a permitir ordenar los tipos de problemas. Todos sabemos que el mapa no es el territorio, pero para poder enfrentar el territorio tenemos que ser capaces de leer un mapa.

Entonces: producción artística es objetos, prácticas, etc. producción discursiva es textos, investigaciones, etc. la Producción de Relaciones plantea el problema de cómo superamos la amistad.

Para nosotros este es el punto débil en la formación de una escena de arte contemporáneo, porque si sólo producimos relaciones de amistad no necesitamos el arte. Hacemos un asado, nos tomamos una cerveza y está el problema resuelto.

Nosotros estamos trabajando en un área de conocimiento específica, nosotros no hacemos sociología bella ni antropología fotografiable. Nosotros producimos conocimiento para entender de qué manera nos relacionamos con la cultura que tenemos, y en eso se vuelve necesario convertir las relaciones pre-existentes -como la amistad, la confianza o el conflicto- en relaciones profesionales.

Entonces, en esta parte de la producción de relaciones no solamente hablamos de “las políticas de la amistad” que son bastante jerárquicas porque siempre hay un amigo que pone la casa, que toma la decisión, etc.

Nosotros queremos trabajar en arte y poder tener relaciones incluso con quienes no somos amigos. Y poder establecer criterios de valoración que excedan la amistad. Ser amigos no es malo, pero en arte es insuficiente. Porque eso nos hace morir de dos maneras: por autocomplacencia o por odio injustificado. Reinaldo decía: no importa lo que decidas, tienes que ser capaz de argumentarlo.

“Me gusta!” Está bien, a todos nos gusta. Pero ¿eso en qué nos diferencia de un perro?. “Me gusta pero puedo enunciarlo”, los perros también enuncian. Nada más verdadero que el ladrido de un perro.

Entonces, ¿cual es la cuestión? ¿qué es lo que podemos resolver que no se resuelve con la producción de obra o de discurso que relata las decisiones que generan organizaciones conceptuales o toma de posición con respecto a la producción de otro o de la cultura, que supera la conversación de pasillo o que puede sostener el dolor de la letra impresa?.

Entonces, nuevamente, ¿para qué sirve una escena de arte?.

Hace unos días contaba la anécdota de mi papá –que es ingeniero- cuando él me decía “un ingeniero antes de hacer un puente se pregunta la razón para hacerlo”. Porque hay una cantidad de esfuerzo, una cantidad de medios que debemos tener para llevarlo a cabo.

Nosotros podríamos no hacer nada, y quizás eso sería lo mejor. Y que los artistas sigan produciendo, que los espacios exhiban, y que los presupuestos se gasten. Eso ya está suficientemente consolidado y es suficientemente eficiente. ¿Para qué? Para mostrar obra, para que la gente se satisfaga en el goce y para satisfacer nuestro malestar. No hay nada más fácil que tener un enemigo, no hay nada más fácil que tener una molestia… porque no te obliga a resolverlo.

La pregunta es ¿para qué necesitamos una escena de arte en el Maule? Yo no sé cómo responder. Tenemos que construir las condiciones para esa respuesta.

Primero, antes que la página web o el relevamiento de artistas, ¿necesitamos una escena? Yo creo que si, en todo lo que hemos estado conversando están diciendo que si. El punto es ¿para qué?, ¿qué vamos a hacer con eso cuando lo hagamos?.

Al final de la dictadura llegamos a la siguiente pregunta ¿qué vamos a hacer después de que ganemos? ¿vamos a reproducir la estructura de subordinación? ¿los medios de producción? Lamentablemente la respuesta a esa pregunta fue si. Eso fue lo que ocurrió.

Nuevamente ¿para qué una publicación sobre arte contemporáneo en Maule? Para reparar una injusticia, de visibilidad por ejemplo. Como en el caso de Antofagasta se hizo, porque se juntan, exhiben, debaten, y principalmente porque se relacionan transportando las experiencias de su trabajo y de sus discusiones.

El problema acá no es que no haya artistas o que no haya obras -que las hay, buenas y mediocres- el problema es que no hemos encontrado el objetivo que excede la producción de obra y que es requerido por la producción de escena.

¿Qué es lo que vamos a hacer con esto? Ahí está el problema de la producción de relaciones. La producción de relaciones es exigente, cuando nosotros hablamos de relaciones afectivas y efectivas hablamos de afecto y afectación, y eso no siempre es amor. Por eso la palabra poética me suena mal, porque comúnmente cuando se dice poética estamos pensando en los románticos alemanes y nadie se acuerda de Cátulo o de Bukowski. Cátulo decía “adultera tula. ¿es la Tula adúltera?,” todo esto en un latín precioso, y eso también es poética. No belleza, ni florcitas ni unicornios.

El problema es ¿cómo vamos a organizar las producciones pre-existentes para superar el problema de la producción individual? ¿para generar la producción de interés y objetivo común? ¿cómo vamos a establecer reglas de juego para discutir? ¿cuales son los que vamos a priorizar como nuestros debates? Después vienen las herramientas. Después nos sentamos a hacer la publicación, indesmentiblemente necesaria.

Tenemos que ocupar como boceto y completar el diagrama que hizo Reinaldo. Porque falta algo, yo no sé qué. Seguro que falta algo. Y tenemos que pensar cómo vamos a priorizar y darles peso, cómo vamos a entender la importancia y la influencia de cada una de esas cosas diagramadas. Pero eso ya es una herramienta de ejecución del criterio.

Antes de eso debemos preguntarnos ¿cuál es nuestra idea (común) de arte? ¿cuál es nuestra idea de relación a través del arte?. El señor del Consejo dijo que el arte puede servir para la belleza y la felicidad, yo no estoy en absoluto de acuerdo con él pero perdería mi tiempo defendiendo su derecho a creer eso. Porque para mí la trilogía Drogas, sexo y rock&roll nos ganaron eso hace mucho tiempo.

Pero cuando nos pongamos de acuerdo en cómo vamos a poder sostener esa discusión sobre cómo y para qué se utiliza el arte (no la respuesta a esa pregunta, si no sostener la discusión) vamos a tener la primera relación que construye escena. Estaremos debatiendo sobre problemas comunes, comunes a nosotros y los estamos tratando de resolver más allá de nuestras decisiones personales de producción de obra, más allá de nuestras decisiones personales del gusto o de organización (personal) del mundo.

No se puede hacer política con puros individuos, no se puede hacer política pública con puros individuos. Debemos ser capaces de encontrar una buena razón para tener una escena antes de levantarnos las mangas y empezar a cavar el hoyo.

Si hacemos eso somos como el toro que empuja hacia la bandera roja, que es puro impulso pero las reglas de juego exceden al toro, al torero y al público.

Creo que debemos llevar a cabo esos 3 desafíos que nos propusimos, pero para eso tenemos que preguntarnos recurrentemente cómo vamos a ser capaces de más cosas de las que somos capaces, cómo nuestros conflictos van a alimentar la producción de esa relación, no resolverla. El arte no resuelve conflictos sino que solamente señala la debilidad del consenso, señala la fractura que hay en la cultura, la obsolescencia de la costumbre, entre otras cosas que hace.

Entonces, tenemos materiales y capacidades. Ahora tenemos que entendernos como un grupo de interés común para la producción de conocimiento específico. Nosotros podemos encontrar la verdad persiguiendo hipótesis falsas, hacernos preguntas por el valor de la indagación. Pero para eso necesitamos un rango más amplio que la mera producción de obras. Ahí está la importancia de la formación de escena, no los problemas que podemos resolver solos, si no los que tenemos que enfrentar en conjunto, el glosario que tenemos que construir entre todos.

Porque lo que nos une es la persistencia en perseguir ese problema donde la obra y el texto es el excedente de esa persistencia. Descubrir la manera en que nuestra pretensión (y predilección) de organizar la significación de las cosas nos afectan y afectamos a otros, y en eso se producen conocimientos comunes.

Para ello necesitamos buenas coartadas, la escena permite la creación de coartadas conjuntas que tienen un momento afirmativo, luego de eso viene un momento argumentativo, luego construiremos la fábula para confabularnos y ser cómplices.

Con eso ya tenemos suficiente trabajo hasta el próximo encuentro.

 

Jorge Sepúlveda T.
Curador Independiente

Estas ideas fueron desarrolladas junto a Ilze Petroni Ph.D.

La publicación incluye:
> APUNTES DEL ARTE LOCAL. Prácticas de las Artes Visuales en la Región del Maule. Texto de Reinaldo Villar.
> ¿VAS A HACER UNA ESCENA? Texto de Jorge Sepúlveda T. Coordinador de Curatoría Forense.
> Comentarios de Juan Castillo y María Teresa Rojas.
> Obras de los artistas participantes: Simón Fuentes, Claudia Silva, Rolando Cisternas, Alejandro Cáceres, Marcela Valdés, Amparo Prieto,Diego Poblete, Sigisfredo Bustos, Fernando Garrido, Esteban Díaz, Karem Morales y Susana Villar.

Diseño de la Publicación: Simón Fuentes.
Coordinación del Workshop: Loreto Pérez.
El Workshop ha sido producido por NEKOE / MANI.

SOBRE EL WORKSHOP
Área de Fomento de las Artes Consejo de la Cultura y las Artes, Región del Maule. 25, 26, 27 y 28 de Noviembre 2014.
Curadores y Artistas invitados: María Maria Teresa Rojas Duran (Bolivia), Marisol Frugone (Chile), Juan Castillo (Chile/Suecia), Jorge Sepúlveda T. (Chile), Reinaldo Villar Alé (Chile).
Participaron: Simón Fuentes y Claudia Klaudia Paz Silva Alzamora (Simbiotika Estudio), Esteban Díaz (Indicarte), Rolando Cisternas Romero, Amparo Prieto, Alejandro Cáceres, Diego Poblete, Segisferedo Bustos , Fernando Garrido, Karem Morales, Susana Villar y Marcela Valdés R.
Coordinación: Loreto Perez (CNCA, Región del Maule)
Financiado por: Red Cultura CNCA
Registro: Alejandro Lizama.
Producción: Mani Cero / Nekoe
Agradecimientos: Anís Sabor y Amor, Villa Cultural de Huilquilemu UC del Maule.

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