Este taller tiene un objeto y un objetivo. El objeto de estudio del taller es la realidad. Y el objetivo es reconocer en las obras de arte contemporáneo herramientas para la comprensión del contexto sociocultural. Para ello es necesario leer las obras de arte, por lo que propongo un procedimiento: utilizar los textos que se refieren al arte desmenuzándolos hasta poder realizar una síntesis de sus planteamientos, verificar la vigencia e influencia de sus postulados y aplicarlos en la comprensión de las obras.
El subtitulo «taller de conversación sobre filosofía del arte» es intencionalmente confuso. Comúnmente se entiende filosofía del arte como historia de la filosofía del arte, una noción progresiva de conceptos y discursos en que ciertos hitos (proposiciones y/o autores) actúan como definiciones de épocas o estilos a las que suceden otros que los modifican o releen.
Acá partiremos de otra premisa: Filosofía del arte no es eso. La filosofía del arte es un ejercicio, un ejercicio elemental de apropiación racional y lógica (discursiva) impulsado por una urgencia que llamaremos curiosidad. Esta urgencia es producto de un descalce entre nuestras herramientas/capacidades y los estímulos que recibimos: hay algo en la obra que no se comprende pero que parece significativo, que parece relevante. La filosofía se trata de eso: intentar comprender lo misterioso.
El mecanismo de la Filosofía del Arte es la prospección: búsqueda, hallazgo e inclusión de lo que no se había visto, de aquello que no se había considerado materia u «objeto del arte». La filosofía del arte intenta comprender, diagramar y justificar las acciones que son consecuencias del ejercicio individual (del artista, por ejemplo) y del movimiento social del imaginario (ej.: de las grandes significaciones o construcciones sociales) actualmente. Su relación con la Historia es de perspectiva, no de validación.
El primer problema que enfrenta la Filosofía del Arte es la mutabilidad de su objeto de estudio. El arte ha ido descartando formas de imaginarse a si mismo: pasando desde ser un ejercicio de representación (que ahora llamaríamos Artesanía o Arte decorativo) hasta convertirse en un sistema de comprensión, acotación o comentario de la realidad (probablemente a partir de la construcción subjetiva).
Primera hipótesis: El Arte es un Sistema. El arte es un sistema de significación que actúa de forma gramatical otorgando forma a los contenidos flotantes del imaginario, que los posiciona y los objetúa. A esto yo lo he llamado una capacidad: la de realizar una síntesis visual de la contingencia.
Segunda hipótesis: El Arte actúa en la Sociedad, y por ello debe construir y delimitar sus relaciones con los otros agentes sociales y culturales. Son problemas del arte también el Mercado y la Política, la Religiosidad y el comportamiento sexual. El artista, la obra, la exposición y la crítica debe encontrar su particular lugar frente a cada una de ellas.
Tercera hipótesis: El Arte Contemporáneo es auto-conciente. Junto con producirse un cambio en la concepción del artista (Duchamp en adelante) que lo distancia del oficio y de la artesanía su posición respecto a si mismo y la obra se modifica: el arte contemporáneo sabe y negocia su capacidad, enfoca su acción, establece estrategias y consecuencias deseadas, comprende los procesos que ocasiona.
Con estas tres hipótesis comenzamos este taller, como señalaba en un principio la idea es construir un procedimiento de lectura de obras, donde los autores y los libros a los que se recurra serán herramientas y no guías de trabajo, donde se intenta producir un cuestionamiento de la forma como se establecen criterios de reconocimiento de obras, donde se pregunta cada vez cómo llegamos a entender como arte esto que ahora reconocemos como arte.
más información sobre el taller visite esta página.
Jorge Sepúlveda T.
Curador independiente
https://curatoriaforense.net
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